UNA SANA AMONESTACIÓN

LO HE TRADUCIDO AL ESPAÑOL CON EL GOOGLE, UNA BELLA NOTA BÍBLICA, POR LA HERMANA EN CRISTO: Marianne Barbe:
Cuán privilegiada era esa gente para tener al Señor Jesucristo en medio de ellos, hablando las palabras de Dios y sanando con el poder de Dios. Sin embargo, incluso entonces, solo unas pocas personas creían en él. Jesús dijo a sus discípulos escogidos, "Bienaventurados son tus ojos, porque ven; y tus oídos, porque oyen ".
Vivimos unos 2000 años después de aquellos días en que Jesús caminó en Galilea, pero tenemos la palabra escrita de Dios que nos dice exactamente de lo que fueron testigos. Dios se aseguró de que todo se registrara con precisión para que también pudiéramos creer. Jesús dijo: "Bienaventurados los que no han visto, y sin embargo han creído". Su palabra ha salido a todo el mundo y todos tenemos ese notable privilegio de poder leer la Biblia. La responsabilidad que tenemos es creer.
Qué gran fe mostró el noble. Él creyó las palabras de Jesús y "se fue por su camino". Estaba convencido de que cuando Jesús pronunció la palabra, su hijo fue sanado. Él creyó y obedeció.
Estas dos palabras "creer" y "fe" significan que estamos convencidos de que algo es verdadero. ¿Cómo podemos desarrollar tal fe en Dios que creemos que lo que Él dijo realmente sucederá? Mucha gente hoy se reiría de tal fe.
Leemos en Romanos 10: 17 que "la fe viene por el oído". . . la palabra de Dios ". Solo en la Biblia podemos aprender acerca de Dios y de su hijo Jesucristo. Las personas pueden tener todo tipo de opiniones acerca de Dios y lo que sucederá en el futuro, pero solo podemos encontrar la verdad en la Biblia. Podemos confiar en la Biblia. El apóstol Pablo eligió como su mejor amigo y discípulo al joven Timoteo, quien había sido convencido desde su niñez de que las Escrituras son capaces de hacernos "sabios para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús" (2Tim3: 15). Podemos desarrollar la fe de la misma manera que Timoteo leyendo la Biblia todos los días. Al igual que el noble, la fe nos da el coraje de obedecer y eso nos lleva a la salvación.